Una tradición relevante para entender el carnaval,
aunque parezca un pequeño detalle es el entierro de la sardina, que es realizado
el miércoles de ceniza y que consiste en una ceremonia a la que acude un gran número de
personas y se trata de anunciar el fin del carnaval.
Esto se hace en un gran número de lugares de España, donde la gente tiene por
costumbre realizar dicha ceremonia y también en Latinoamérica, lugar en el cual es muy
común hacerla.
Además, es habitual encontrarse con que en determinadas poblaciones, aunque contengan
una reducida cantidad de habitantes, se realiza esta tradición religiosa todos los años,
si bien es verdad que no en todos los lugares se hace de la misma manera, pues en muchos
es algo muy sencillo y de corta duración, sobre todo en los pueblos pequeños, mientras
que en otros los participantes acostumbran a asistir con elementos propios del carnaval de
los días anteriores, como lo son los disfraces.
Con esto, las personas despiden el carnaval con la idea de haber transformado la
sociedad en la que viven para mejor con las festividades de los días anteriores, en las
que se han alejado de las preocupaciones que invaden el día a día mediante la
diversión, la música, los bailes y los disfraces especiales de esa
época del año.
Se trata de la idea de comenzar una nueva vida, dejando atrás un pasado que fue peor
para abrazar con avidez la llegada de un nuevo presente que será mejor.
Parece que esta expandida costumbre también puede tener su procedencia en fiestas de
la antigua Roma, como las dedicadas Baco, es decir, las bacanales, aunque esto en la
actualidad no se sabe con total exactitud.
El entierro de la
sardina no es una despedida triste, sino que la gente la vive con alegría, dando la
bienvenida a tiempos que traerán fortuna. El sentido religioso de la ceremonia en la que
acaba muchas veces esta celebración parece tener su procedencia en siglos después de las
bacanales u otras fiestas similares.
Pero fijándose en este sentido religioso, se puede apreciar que, en muchas ocasiones,
la despedida no se hace al pasado anterior a los carnavales, sino a los propios
carnavales, que han traído el desenfreno y el descontrol y tras su final, se espera que
esto quede atrás y se vuelta a la normalidad de otras épocas, invitando a la población
al regreso y a la restauración del orden anterior.
Como ya se ha mencionado anteriormente, esta tradición no varía solamente respecto al
sentido en el que la entiende la gente según su forma de pensar o de asociar costumbres,
sino que también varía respecto al lugar donde se realiza, pues dependiendo del lugar,
la celebración cambia.
Lo que está muy claro es que esta festividad desde hace mucho tiempo viene asociada a
los carnavales y va ligada a estos, aunque dependiendo de la persona, esta puede ser
celebrada con la alegría con la que se celebra el carnaval, o con la idea de ser una
despedida que conduce hacia una etapa de nuevo orden. |