Nuevamente en Europa, en la ciudad de Venecia
(Italia), el carnaval de Venecia se distingue del de los otros lugares por la
característica especial de la utilización de máscaras por los participantes.
Es inevitable que al pensar en los carnavales de Venecia, no acuda
a la memoria la idea del uso de máscaras
de carnaval que complementan los disfraces, lo cual es un importante y esencial rasgo
distintivo.
Desde más o menos el siglo XV, aunque probablemente exista alguna tradición anterior
a este siglo, la nobleza salía a la calle con disfraces y sus componentes se mezclaban
con la gente del pueblo, si bien también existía la celebración del carnaval desde
antes de dicho siglo, como ya se ha mencionado, aunque no fuese tan notable y fuera menos
conocida a nivel mundial.
Aquí, además de lo que respecta al tema de las máscaras, se puede encontrar otra
clara diferencia con otros carnavales de otros sitios en los que la tradición conservada
procede de fiestas de esclavos o ciudadanos de clase baja que se mezclaban con las clases
más altas, a pesar de que en Venecia, la fiesta no tardó en convertirse en una
celebración del pueblo también en la que no importaba mezclarse con la clase alta y todo
estaba permitido entre ambas clases sociales.
De cualquier manera no tiene importancia el grupo social al que se perteneciera porque,
en esta fiesta, esto no era lo más relevante y en la mayoría de las ocasiones, la gente
no se fijaba en ese aspecto, por lo que se puede decir que el carnaval es una fiesta de
los ciudadanos en general, de todos ellos sin importar su procedencia.
En la actualidad, por la tradición histórica, los participantes del carnaval de
Venecia utilizan disfraces propios del siglo XVIII.
Malas etapas para esta celebración fueron, por ejemplo, el descubrimiento de América,
ya que las rutas mercantiles dejaron de dirigirse a esta ciudad en la que todas estas
actividades eran muy comunes y ayudaban a mantener estable su economía, para ir hacia el
nuevo continente recién descubierto; y la invasión hecha por Napoleón y los suyos de
Venecia, tras la cual el emperador francés prohibió esta fiesta, pues no cabe duda de
que sus opositores podrían encontrar un buen momento en el carnaval, que conlleva
disfraces y máscaras, que ayudan a mantener el anonimato, para intentar conspirar contra
él pasando desapercibidos o simplemente conservando dicho anonimato.
Esto no solamente ha ocurrido aquí, ya que a lo lardo de la historia en diferentes
ciudades del mundo y en distintos momentos, este ha sido uno de los mayores motivos por
los que se han llegado a prohibir estas fiestas.
Tras la decadencia, afortunadamente se ha logrado recuperar la tradición, la cual
nunca desapareció, y hoy en día acuden millones de turistas a esta ciudad para observar
e impresionarse de los lujosos disfraces de los participantes.
Además, muchos de ellos son fascinados con la gran historia del carnaval de
Venecia, que también es un factor muy importante de atracción de visitantes a esta
ciudad, todo esto junto a la belleza del lugar y su peculiar organización. |